La Dra. Rosa Contreras, jefa del Servicio de Infectología del Hospital Marcial Quiroga de San Juan y miembro de la SADI, informa sobre las características de las nuevas subvariantes circulantes de SARS CoV-2 y las perspectivas de evolución de la pandemia este año. También se refiere a la pérdida de efectividad de los anticuerpos monoclonales y las vacunas frente a estas variantes, aunque destaca la importancia de la vacunación para preservar la inmunidad celular.
“Lo que tienen diferente estas nuevas subvariantes de Ómicron, sobre todo la BQ.1 y la XBB, es que, por los estudios que estamos viendo, pueden evadir la inmunidad de las vacunas y la inmunidad de la enfermedad previa. Eso no significa un riesgo de enfermedad más grave, pero las infecciones van a ser más frecuentes. Por otra parte, vemos que avanzan más lentamente que las primeras variantes hasta ser dominantes”, explica la Dra. Rosa Contreras, jefa del Servicio de Infectología del Hospital Marcial Quiroga de San Juan.
-Entonces se podría decir que estas subvariantes no van a aumentar la mortalidad…
-Seguimos recomendando la vacunación. Porque a pesar de este escape inmunológico, la vacuna ayuda a la inmunidad celular, a tener células T, que protege de la enfermedad grave. No esperamos que la enfermedad sea más severa, sino que sea más transmisible.
Luego de tener COVID, con el tiempo se va perdiendo la inmunidad porque disminuye la Ig A nasal, que es lo que no nos da ni la vacuna y la propia enfermedad la da por muy poco tiempo.
-¿Cada 4 meses hay que volver a vacunarse?
-Ahora se están aplicando los segundos refuerzos – que la gente denomina “5ta. Dosis”- en personas de más de 50 años y con co-morbilidades. Y se ha habilitado el 2do. refuerzo para los niños mayores de 3 años. Por ahora lo importante es llegar a ese esquema.
En el momento que tengamos la vacuna bivalente, que desarrollaron Pfizer y Moderna que incluye la cepa original y la variante de Ómicron, probablemente tengamos que aplicarla 1 vez al año.
-¿Se sabe cuándo llegaría al país esa nueva vacuna?
-Todavía no han informado cuándo ingresará al país. En Europa ya están aplicando los refuerzos con esa vacuna. No obstante, si bien tienen una cobertura un poco mejor que las que tenemos ahora para las nuevas variantes, no llegan al 40% de efectividad.
-Teniendo en cuenta las características de estas nuevas subvariantes, ¿las medidas de prevención que se tomaban con las anteriores continúan siendo efectivas?
-Sirven. Nosotros vemos que el paciente con COVID vacunado tiene un menor riesgo de internación y enfermedad grave. Los otros dos pilares de la prevención son el barbijo y la ventilación cruzada.
La recomendación de utilización de barbijo es en lugares cerrados como el transporte público, en los hospitales y en las farmacias. También en los espacios, como oficinas, donde no haya ventilación. Además, obviamente la persona que está enferma no debería concurrir al trabajo.
-¿Qué sucede con la combinación de COVID con otras enfermedades respiratorias como influenza, que se está viendo en algunas personas?
-Es importante recomendar a los pacientes no solo la vacunación contra el COVID, sino también contra la influenza y neumococo. La combinación de estos virus respiratorios favorece las complicaciones, sobre todo en las personas que tienen co-morbilidades. Tanto el COVID como la influenza predisponen en ciertas personas a complicaciones por otro tipo de infecciones como las bacterianas o fúngicas, como aspergillus o mucor.
-¿El síndrome post-covid afecta también a las personas que se infectaron con las nuevas variantes?
-Con las primeras variantes el síndrome post-covid fue mucho más frecuente, pero luego aparecieron las vacunas. Y se demostró que las personas vacunadas tienen mucho menor riesgo de desarrollar estas secuelas. Entonces este es otro argumento para que la gente se vacune.
-¿Qué tratamientos relacionados al COVID grave están perdiendo efectividad frente a las nuevas variantes?
-Los anticuerpos monoclonales han perdido efectividad. Los que continúan teniendo efectividad son los antivirales: el remdesivir por ejemplo. Sobre todo en las primeras etapas de la enfermedad, -los primeros 5 días de comienzo de síntomas- que es cuando la actividad viral es más clara. Y ya en la etapa inflamatoria, el corticoide con la dosis de 6 miligramos, que es la más efectiva (porque se han hecho estudios con dosis mayores pero se comprobó la efectividad de esa dosis). También el tozilizumab ha demostrado su efectividad.
-¿Las nuevas variantes podrían causar cuadros más agresivos en determinados grupos de riesgo?
-Por los estudios realizados hasta ahora, las nuevas subvariantes han demostrado comportarse ante los grupos de riesgo como las anteriores.
-¿Cuáles son las perspectivas de evolución de la pandemia en 2023? ¿Vamos a llegar a un pico de casos en las próximas semanas?
-En estos momentos estamos en un pico importante. Pasamos de tener en diciembre un aumento de 20.000 casos a tener a principios de enero 70.000. En el resto del mundo también está sucediendo. ¿Qué va a pasar con esto? La verdad que las perspectivas de la pandemia son bastante inciertas. Hemos aprendido en estos cuatro años que estas situaciones las vamos a atravesar y aprendimos cómo enfrentarlas. No creo que debamos volver a cosas que se hicieron y que no fueron efectivas. Las nuevas variantes van a llegar en algún momento al país. Las desigualdades que hay en el mundo, donde hay regiones sin acceso a testeos ni vacunas, hace que el virus circule y esa circulación permanente hace que surjan nuevas variantes. Pero bueno, hay aprendizajes en estos 4 años. Ahora hay trabajos que plantean, por ejemplo, tratar con remdesivir durante tres días a las personas con factores de riesgo en su domicilio apenas comienza con los síntomas evitando la internación y la progresión de la enfermedad. No creo que volvamos a medidas como los aislamientos. Hemos aprendido a enfrentar esta situación de otra manera.
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